domingo, 13 de noviembre de 2011

DÍA DE LA DIABETES. A tí, hoy, yo ¡NO te muerdo!

Estos son los logos: EL AZUL SUELE SER EL PIN QUE REGALAN CUANDO HACES UNA DONACIÓN, EL LACITO ME ENCANTA, LA GOTITA ROJA LO DICE TODO...

Le encantaba echarse un traguito de ron después de comer. Lo hacía directamente de la botella. Una vez se había terminado todo su plato llegaba un postre, habitualmente un yogur edulcorado o sin azúcares añadidos y después, yo desde el sofá del salón (tenía perspectiva para ver la puerta de la cocina) le veía salir de ella y dirigirse, sin dudar en su paso, al minibar. Giraba, sólo a medias, la vieja llave y tiraba de la tapa del mueble. Cogía la botella y se echaba un pequeño traguito...desde lo alto, directamente de la botella. Estoy segura de que le sabía a gloria y posiblemente a su cuerpo, diabético de toda la vida, mucho más.

Siempre ha cuidado mucho su alimentación (su mujer ha contribuído a ello, más bien ella se lo ha puesto fácil) y su cuerpo (cada día salía a dar largas caminatas para regular su azúcar, a pesar de que decía que le daba mucha pereza. Disciplina y fuerza de voluntad, decía...). Y es que no quería que le pasara lo mismo que a su madre. También era diabética.

Desde hace tiempo, no recuerdo cuánto, pero bastante, años diría yo, el minibar no recibe su visita. Pero eso sí, sigue haciendo sus caminatas, ahora más bien son  paseos. Le ves salir dos veces al día con su cachorro blanco (los canarios llamamos 'cachorro' al sombrero) y nosotros a veces bromeamos llamándole el indiano...ríe...y es que hubo un día en que su piel, castigada por el sol, le dijo basta. No hay que jugársela...Y cada jornada, cuando tengo la fortuna de pasar en casa con ellos unos días, cuando me levanto, él a veces se despereza un poquito más tarde que yo, le veo pincharse su robusto dedo índice (¿o es el dedo corazón?) en la mesa de la cocina, antes del desayuno, para comprobar sus niveles de azúcar y programar, en función del resultado, su día (qué come y cuánto más, o menos, debe patearse el pueblo). Y Ella, siempre está ahí. Hace poco le pregunté que si había chocolate en casa, Ella me dijo: "sí, algo debe haber porque siempre intento tenerle chocolate negro, de ese del 72% sin azúcares añadidos, para que se quite el gusanillo. Me da cosa porque muchas veces, después de comer, le veo buscando algo "goloso" que pueda echarse a la boca y que no le haga mucho daño, así que si puedo, intento que nunca le falte para que pueda comerse su cuadradito de chocolate negro sin azúcar". Es maravillosa.


Toda la vida le he visto comer pescaditos a la plancha, ensalada y siempre dice que no a las papas fritas, son terribles para los diabéticos. Con él y con ella he aprendido a comer tan sano...Él es diabético, una diabetes muy leve, ahora no recuerdo el tipo, y es...mi padre.

A los diabéticos que este lunes, 14 de noviembre, hablan en voz alta sobre su enfermedad les digo, si me lo permiten, que se cuiden, que la desidia y los malos hábitos pueden traer duras y terribles consecuencias que, sin duda, sufrirán ellos, pero también sus familias, que probablemente hayan hecho siempre lo posible porque el plato que le ponen delante sea sano, cero hidratos y un largo etcétera, para que disfruten de la mejor calidad de vida. Mira por tí y por los que te quieren.


LUNES 14 DE NOVIEMBRE, DÍA MUNDIAL DE LA DIABETES.
Por cierto, en esta ocasión a los jessichups NO LES DAMOS MORDISCO. Tenemos que ser responsables y ¡predicar con el ejemplo! Hoy echo fuera el el miedo al ridículo para ponerle una sonrisa a esta fecha. Todo por la causa. Ahí va...
 A tí, hoy ¡no te muerdo yo!

LA DIABETES ES UNA ENFERMEDAD QUE NO DUELE, PERO SÍ, SUFRE EN SILENCIO...NO DEJES QUE UN DÍA TE ALCE LA VOZ. CUÍTATE.




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